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martes, 25 de diciembre de 2012

Recuerdos de una infancia para Navidad.

Desde muy pequeña mis labores de fin de semana consistían en ir a la panadería a por el pan y como no, a por pasteles para tomar el café por la tarde. Compraba lo que me pedía mi madre y la vecina octogenaria que teníamos.  Y me ganaba unos céntimos.



Una vez que tenía el pan llegaba lo mejor: los pasteles. Como cualquier pequeñaja, alucinaba delante de aquel escaparate. Ahí estaba la albondiguilla, eligiendo uno y otro. Se me hacía la boca agua cada vez pero mis preferidos por encima de todos eran los "soesjes". Bombitas rellenas de nata, espolvoreadas con azúcar en polvo. Se compraban por peso y aquella cajita que llevaba en mis manos era lo mejor del sábado. Siempre me encantarán, se me quedaron impregnadas.

Para Nochebuena tuve que hacerlos. Eso si, con una chaquetita navideña para que lograsen captar la atención de los comensales. Recetita a continuación:


Ingredientes:
- 125 ml. de leche y 125 ml. de agua
- 100 grs. de mantequilla
- 4 cucharadas de azúcar
- 150 grs. de harina
- 4 huevos
- la piel de 1 limón rallada
- 250 ml. de nata montada
- 250 grs. de mascarpone
- chocolate para bañar
- perlitas para decorar




1.- Precalentamos el horno a 170ºC. Ponemos la leche y el agua a calentar con la mantequilla, 1 cucharada de azúcar y 1/2 cucharilla de sal. Cuando se haya derretido la mantequilla, añadimos la harina y revolvemos vigorosamente hasta que la masa se desprenda de las paredes. Pasamos a un bowl limpio y dejamos enfriar unos 10 minutos.
2.- Con la batidora añadimos los huevos uno a uno. Introducimos esta masa en una manga y sobre una bandeja forrada con papel mantequilla hacemos 40 montoncitos del tamaño de una nuez. Hornear durante 25 minutos sin abrir el horno para que logren subir. Enfriamos.
3.- Por otro lado habremos montado la nata con las 3 cucharadas de azúcar. Con cuchara añadimos cuidadosamente el mascarpone y la ralladura del limón. Nuevamente introducimos en una manga.
4.- Hacemos un agujerito en la parte inferior de las bombitas y rellenamos. Separamos.

Ahora tenemos varias opciones de terminado. Se pueden espolvorear con azúcar en polvo o bañar en una glasa hecha con azúcar en polvo y el zumo de un limón. Yo opté por bañarlas en chocolate y hacer esta torre. Qué otra cosa podría hacer, ya se sabe que antes muerta que sencilla!



Disfrutar, que los años pasan para todo y si te detienes un momento y cierras los ojos, te encuentras otra vez delante de aquel escaparate... y ves a la peque que se le hace la boca agua a tu lado... Feliz Navidad!