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sábado, 8 de diciembre de 2012

Para una mamá de edad avanzada.

El otro día casi me caigo de ... pompis. Vamos a comenzar finas, anda! Me llamaron "madre de edad avanzada". Te lo puedes creer? Yo... de edad avanzada? Que me subo a unos tacones del 10 como si hubiera nacido con ellos pegaos a los pies? Que llevo la minifalda con un arte que aunque de aquella yo estuviera en pañales, seguro que Manolo Escobar se inspiró en mi para la famosa canción en que la gente iba a  los toros y miraba pa´rriba! Yo de edad avanzada, que lucho como una fiera para meterme en los pantalones pitillo imposibles que Zara lanza al mercado y de vez en cuando lo logro?

Pues nada, que según los médicos soy de edad avanzada. Agua y ajo. Así te lo lanzan y así te lo tienes que masticar. Y yo lo digiero con mis 42 primaveras y mi huevo Kinder en camino, que ya sé que es un Manolín y que da guerra como buen hijo de su padre.

Lo que no sabe el médico desnutrido que hizo ese informe es que hago unas tartas que el o ella, por muy médico que sea, no va a probar en su vida. Justicia divina. Por ponerle adjetivos raros a la gente así sin más, sin que te hayan hecho ná. Dios existe después de todo! Ja!

Aquí la tartita que degustamos en familia. Probé a hacer un mousse de chocolate blanco, con chocolate Nestlé al baño María y nata montada, muy sencillo y muy bueno:

- 100 de chocolate derretido
- 100 de nata montada
Y sencillamente mezclar con cuidado, con movimientos envolventes. Da para mucho juego, yo añadí capas de confitura de cereza, pero quiero intentar con pistachos troceados que debe quedar divina.

No da para más la entrada; hay golpes en la vida que cuesta sobrellevar. Un beso de la mamá de edad avanzada, que se va a emperifollar para ir al supermercado, que se le olvidó el vino blanco para guisar los calamares. Y no, lo del olvido no tiene que ver con la edad!