El cupcake que no se debe hacer nunca, nunca, nunca.

Lo que ocurre es que ya estamos a un paso de lucir tripita en la playa. Y yo ayer, viendo las noticias, me partía de risa escuchando los consejos para salir mejor, o con menos kilos, en las fotos playeras. Que te pongas a contraluz parece funcionar. De pie mejor que sentado. O sinó el preferido de la Obregón: aguantar la respiración durante un minuto. O dos, depende quién saque la foto.

Y si encima se te da por hacer estos cupcakes... pues ya de perdíos al río! Es el cupcake que despierta tus instintos más básicos, que eso de "quién se come el de la vergüenza" suene a la mayor estupidez inventada por el hombre pues tu eres una mujer de acción y ya has estirado el brazo, que hace que hasta mires a tus seres más queridos un poco rarito y que escondas uno detrás de los bricks de leche en la nevera... tu tesoro!

Dicen por ahí que el que avisa no es traidor. Pues eso, la que se quiera aventurar... allá ella.

Vamos con los ingredientes para 12 unidades:

- 150 gramos de cerezas limpias y 12 más para adornar

- 100 grs. de Philadelphia para rellenar y otros 100 para decorar

- 2 sobres de azúcar de vainilla

- 2 cucharadas de leche

- 250 grs. de harina

- 2 cucharitas de Royal

- 1/2 cucharita de bicarbonato de sodio

- 1 huevo

- 100 grs. de azúcar

- 80 ml. de aceite de girasol

- 2 yogures griegos, sobre 250 de yogurt

1. Precalentamos el horno a 175ºC y preparamos los moldes para los cupcakes.

2. Tenemos las cerezas limpias en un bowl y en otro ponemos 100 grs. de queso con el sobre de azúcar de vainilla y la leche. Mezclamos y reservamos.

3. Tamizamos la harina con el Royal y el bicarbonato.

4. Batimos el huevo y añadimos el azúcar, el aceite y el yogurt.

5. Ahora echamos una cucharada de la mezcla en cada moldecito. Encima, ponemos un montoncito de queso crema y unas cuantas cerezas. Volvemos a echar otra cucharada de mezcla tratando de tapar.

6. Horneamos aproximadamente 25 minutos.

7. Una vez fríos, mezclamos el resto del queso con el otro sobre de vainilla y decoramos los cupcakes, terminando con una cereza.

Bueno, os dejo que me voy a comprar un bañador estilo años 20, de esos que tapan tó. Besín.